Conocer la historia de la que venimos ayuda a entender nuestro presente y en ocasiones nos permite prepararnos para el futuro. Hace unos días, 40 años atrás, la empresa Osborne Computer Corporation saco al mercado lo que se puede considerar el primer ordenador portátil de la historia, el Osborne 1. Algunos pueden decir que eso no es del todo cierto porque el primer ordenador portátil en ser desarrollado fue el Grid Compass 1100 en 1979 y si nos atenemos a los prototipos deberíamos quedarnos con el Xerox NoteTaker en 1976. Y quienes dicen eso tienen toda la razón, pero dichos ordenadores no se comercializó hasta 1982 en el caso del Grid Compass 1100 o nunca llego a hacerlo como en el caso del Xerox NoteTaker, por lo que el Osborne 1 fue el primero que se comercializó.
Y tampoco debemos olvidar a quien acabó en un nada deshonroso tercer lugar, el Epson HX-20, que se comercializó unos meses después que el Grid Compass 1100, y que, como veremos más adelante su diseño se acercó más a los estándares de hoy.
Cuando pensamos en un ordenador portátil, en seguida nos vendrá a la cabeza un portátil actual, ligero, con una batería que nos proporciona horas de actividad, una pantalla que no tiene nada que envidiar a la de un ordenador de sobremesa y unas dimensiones que, según el modelo, lo hacen cómodo de llevar a cualquier lado. Pero si nos fijamos en estos ordenadores que hemos nombrado, no vamos a encontrar encontremos eso, recordemos que estamos hablando de 1981.
El Osborne 1 pesaba nada más y nada menos que 11 Kilogramos, tenía una pantalla de 5 pulgadas (monocroma), 2 unidades de disco, teclado, puerto serie y puerto paralelo para conectarse a dispositivos como una impresora o un módem. Evidentemente más que portátil, era un ordenador «transportable». Pero dejando aparte su peso y dimensiones, el Osborne 1 podía ser transportado del despacho del propietario al del cliente cumpliendo la función que se requiere a un portátil.
Por otro lado, el Grid Compass 1100 tenía una pantalla LCD retroiluminada de 6 pulgadas, un módem integrado, un disco duro de burbuja magnética de 340Kb que se puede considerar un antepasado remoto de los actuales discos SSD y un puerto de conexión para poder ampliar el equipo conectándole un disco duro externo o una unidad de disco. Todo ello con un peso aproximado de 5 Kilogramos lo que también lo convierte en un ordenador «transportable» pero mas cerca de un portátil actual.
Ya por último tenemos el Epson HX-20 que aunque en su diseño se parece más a una maquina de escribir o al actual Raspberry Pi 400, que a un portátil, si nos fijamos detenidamente en las características de su hardware descubrimos un procesador ligeramente previo al 8086, una pequeña pantalla LCD de 4 lineas, una impresora matricial, una unidad de cinta para almacenar datos y un altavoz que era utilizado por una aplicación de síntesis de voz. Todo ello con un peso aproximado de 1.6 Kilogramos, lo que le convierte en un verdadero precursor del ordenador portátil.
Es indudable que en cuanto a su diseño, el Grid Compass 1100 se acerca mucho a lo que hoy en día es un laptop, siendo el Osborne 1 y el Epson HX-20 más cercanos a un equipo «todo en uno». Y aunque estoy seguro que a mas de uno se le ha escapado una sonrisa al ver las características de estos 3 ordenadores (sobretodo si los comparamos con cualquier laptop actual), lo que está claro es que si no hubieran surgido iniciativas como estas, posiblemente hoy en día no tendrías el laptop o no tendría el diseño que tiene.
Ya para terminar, desde el Colegio de Ingenieros Técnicos en informática de Zaragoza recomendamos la visita a la interesantísima exposición del museo de la informática de la universidad de Zaragoza en donde se pueden encontrar expuestos, entre otros equipos históricos de la informática, un Osborne 1 y del Epson HX-20. Pero no sólo eso, también podréis observar la evolución que ha tenido la tecnología a lo largo de todos estos años.